La salmonicultura genera impactos ambientales irreversibles y que significan grandes costos económicos también. Durante el 2021, se publicó el informe “Dead Loss The High cost of poor salmon practices” a cargo del Centro de investigación británico Just Economics perteneciente a la ONG Changing Markets Foundation, el cual investiga desde un punto de vista económico el verdadero impacto que tiene la acuicultura del salmón en el mundo, considerando aspectos sanitarios, sociales y medioambientales. La investigación, enfocada en los 4 principales productores de salmón, Noruega, Chile, Canadá y Escocia, estima los costos reales que tiene la producción de salmón pero que no aparecen en los balances de las compañías salmoneras ni en las cifras macroeconómicas de los países productores.
La industria salmonera en esos países produce alrededor de 20.000 millones de dólares anualmente, sin embargo luego de un análisis de diferentes variables que no son usualmente calculados (la disminución de la pesca silvestre para consumo como harina de pescado o por ingesta en escapes, la contaminación de los fondos marinos, el cambio climático, el combate de las enfermedades del salmón y el costo social) se estimó un costo real de 43.000 millones de dólares entre 2013 y 2019 por parte de la industria que fue absorbido por todas las comunidades que en estos países dependen de la salud de los ecosistemas para sus formas de vida.